HUMANIDAD Y SERVICIO



"Yo no tengo la suficiente integridad física, fortaleza emocional, altruismo y coraje que tienen, me siento demasiado cobarde para ocupar el lugar que ocupan ellos,  los reporteros que trabajan en lugares en conflicto. Lo que sí tengo es el criterio, la percepción y la suficiente honestidad para saber reconocerlos. Los admiro. Sé que me hubiera gustado ser como ellos". Colombine.

Humanidad y servicio, ese es el contenido de su nombre. Vicente Romero es ese periodista que percibe la información como una posibilidad de justicia. Dar voz al dolor del mundo es una forma de rescatarlo, de dar una puerta de salida a  la  justicia. Se confiesa agnóstico y admirador de esa fe que a otros mueve. Mientras le escucho pienso en mi fuero interno que no me extraña. Después de haber visto en primera línea el sufrimiento del mundo es hasta razonable. Pero también imagino al periodista con su mirada ante la libertad del hombre; libertad que día a día es la que construye el mundo. Porque si hay algo que es verdad, es que el mundo es nuestro. Nosotros lo hemos convertido en lo que es, nos guste o no.

Vicente Romero; con sus principios, valores y acciones. El periodista primero es persona, luego, se apasiona por contar el mundo, por contar la libertad que mueve el mundo. La afección por la vida y su necesidad de contarla como principal premisa del contador de historias. La necesidad de ponerle voz al dolor; ese que palpita en muchos huecos inesperados del mundo, realidades que nos paralizan. Dolorosas o no, han de ser contadas. Esa es la esencia del periodista, no dejar que el no-silenco del mundo inunde nuestras cómodas vidas. Remover nuestra cetrina y egoísta comodidad. Vicente Romero y su visión de la pobreza como una no-esencia que tan sólo es posible por la existencia de su contrario. La absoluta injusticia que la riqueza es. Quien reparte se lleva siempre la mejor parte sin el mínimo dolor de conciencia.

La justicia como motor del mundo. Visionar esa pasión por defender lo que es de cada uno es una de las cosas que más me ha fascinado siempre. Poder acercarnos a los acontecimientos de la mayor parte del mundo, no pueden por menos que hacer nacer en nuestro pensamiento la congoja, pero también la admiración. Admiración por las personas que son capaces de olvidar sus comodidades para contar la lucha que es la conquista de la libertad. La visión de esos pueblos que se levantan, de esas personas que deciden no permanecer en silencio aun a costa de pagarlo con su vida. Acontecimientos del mundo que una vez conocidos convierten  la visión de mi sala en un privilegio y que me hacen sentir muy pequeña, miserable. El periodista como agente necesario para remover la conciencia de quien se siente seguro en el mundo, y que lo está por casualidad.

Humanidad y servicio; no hay ninguna labor que no necesite de esa perspectiva. La información no puede prescindir de ella. Nacer para dar voz a las personas que promueven y trastocan el mundo con sus principios y sus acciones; que lo transforman. Saber que tú has ido hasta allí, para contarlo. Vicente Romero, periodista, pero sobre todo, persona; que tu voz no deje de ser sonido, escritura y justicia de ese dolor que otros quieren silenciar.

* dedicado a todos los periodistas que se juegan su integridad física y su tiempo por contar las cosas que le ocurren a nuestro mundo. Estos días estamos cerca de Egipto gracias a ellos.





"Cuando te dan las cifras de mortandad de un terremoto, sólo alcanzas a conocer su dimensión humana cuando te cuentan una de las historias de la gente que ha sufrido ese terremoto. Esa capacidad de comunicarte por medio del corazón, no solamente por medio de la razón, está poco menos que prohibida por las reglas del periodismo políticamente correcto. Y, sin embargo, creo que es la parte más útil para que la gente tome conciencia, entienda, comprenda por medio del corazón lo que por datos objetivos, con la razón no se puede llegar a alcanzar."
Vicente Romero.

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